Mi nombre es ‘Abdu’l-Bahá [literalmente el Siervo de Bahá]. Mi cualificación, ‘Abdu’l-Bahá. Mi realidad es ‘Abdu’l-Bahá. Mi alabanza, ‘Abdu’l-Bahá. La esclavitud ante la Bendita Perfección [Bahá’u’lláh] es Mi gloriosa y refulgente diadema, y la servidumbre ante toda la raza humana Mi religión perpetua […] Ningún nombre, ni título, ni mención, ni recomendación poseo, ni poseeré, excepto la de ‘Abdu’l-Bahá. Éste es Mi anhelo y éste es Mi mayor deseo. Ésta es Mi vida eterna. Ésta es Mi gloria sempiterna.