«… El corcel de este Valle es la paciencia; sin ella, en esta jornada el caminante no arribará a ningún lugar ni alcanzará meta alguna. No deberá jamás desanimarse; y si por cien años se esforzara y aún no lograse contemplar la belleza del Amigo, no deberá titubear. Pues los que buscan el Ka`bih del ‘para Nos’ se regocijan con las nuevas del: ‘Por Nuestros caminos los guiaremos’. En su búsqueda han ceñido firmemente sus mantos de servicio y procuran en todo momento pasar del plano de la inconsciencia al reino del ser. No habrá atadura que los detenga ni consejo que los haya de disuadir. Incumbe a estos siervos purificar el corazón — manantial de los tesoros divinos — de toda mancha, y alejarse de la imitación, cual es la de seguir los pasos de sus antepasados y progenitores, y cerrar la puerta de la amistad y la enemistad a todos los habitantes de la tierra. En este viaje el buscador llega a una etapa en la que ve a todas las cosas creadas vagar confundidas buscando al Amigo. A más de un Jacob verá tras las huellas de su José, ¡cuántos amantes presurosos en busca del Amado contemplará! Presenciará un mundo de seres anhelantes en busca del Deseado.» – Baha’u’llah